Sector sur de Córdoba. IES Averroes. 8:30 de la mañana. Chicos y chicas de 15 años en 3º de ESO. Comienza la clase de Geografía con algunas aclaraciones sobre el trabajo que están haciendo por parejas sobre población y urbanización. Entre el guirigay de voces, una chica me pregunta sobre Ucrania y si he visto lo que está pasando allí estos días. Se inicia entonces un intercambio de ideas que se alarga toda la clase. Localizamos en Marble (globo terráqueo) Ucrania y los países de la zona. Leemos el titular de prensa en El País y la entradilla de la noticia principal.
Como tenemos pizarra digital, me piden que ponga un vídeo sobre los últimos acontecimientos. Escuchamos un podcast de TVE donde Carlos Franganillo -corresponsal en la zona- explica cómo se ha levantado Kiev y cuál es la situación en la plaza de la Independencia (el podcast es de las 8:05 de la mañana, media hora antes de comenzar la clase). Les pregunto si saben el porqué del conflicto y se alzan varias voces: la crisis y el paro es lo primero que sale a relucir, pero una chica comenta que no, que el conflicto principal está relacionado con la Unión Europea. Otra chica dice que ahora está claro que Ucrania es una dictadura, que por mucho que lo pinten como una democracia en realidad es una dictadura. ¿Es Putin el presidente de Ucrania? pregunta otra voz. Al conocer el número de muertos, alguien dice que por qué se rebelan si se arriesgan a perder la vida y otra voz responde que cuando no se puede aguantar más la gente hace lo posible por cambiar las cosas... Y por eso va a jugar el Valencia su partido en Chipre.
Hoy precisamente íbamos a comenzar una unidad didáctica sobre "la organización política de las sociedades" y, sin quererlo ni pensarlo, me han servido la introducción del tema en bandeja: regímenes democráticos-autoritarios-dictatoriales, libertad de expresión, represión, organizaciones internacionales como la Unión Europea, Europa del Este y Rusia...
Me fui de la clase pensando lo injustos que somos a veces cuando decimos que los adolescentes de hoy no se interesan por el mundo que les rodea.
jueves, 20 de febrero de 2014
domingo, 9 de febrero de 2014
Joan Rogé y Josep Torres i Tribó: semblanza de dos maestros libertarios
"Otro campo educativo mucho más sincero es el de los sacrificados maestros de escuela, muchas veces simplemente obreros cultivados que se dedicaban a la enseñanza de los obreros adultos y de los niños de clase trabajadora. En este campo destaca Joan Rogé, quien dirigía la escuela Llum, en la calle Alcolea de Sants, y más tarde otra en Esparreguera, en la segunda década del siglo XX. Rogé había nacido hacia 1880 en Tortosa, procedente de una familia de gitanos catalanes. La Llum fue, hasta los primeros años de la República, también centro de alfabetización de adultos y de discusiones obreras, por donde pasaron Seguí, Quemades, Boal, Peiró, Pestaña, y Acín cuando estaba en Barcelona. Según el testimonio de Pere Foix 'Delaville', que vivió aquellos ambientes, escribe lo siguiente en Apòstols i Mercaders: 'Rogé vivía pobremente. La escuela, que era su único ingreso económico, apenas le daba para vivir. La ropa que llevaba estaba lustrosa por el uso, y zurcida. Por la mañana desayunaba una sardina a la brasa y una rebanada de pan con tomate. La comida era magra y sobria la cena. Mal alimentado, mal vestido y, cuando la política iba de capa caída, la policía siempre le estaba acosando'.
Posteriormente destacó Josep Torres i Tribó, nacido en Aberca en 1889, y muerto en el campo de concentración de Mauthausen al 1940. Este era maestro, por la Escuela Normal de Lleida, un puritano, individualista y arisco, que no fumaba ni bebía. Abrió una escuela en el Ateneo Libertario de la Sagrera, donde tenía sesenta alumnos, hijos de obreros, de siete a catorce años. Coeducaba y despertaba el gusto por la lectura, entre otras con las novelas de aventuras de Jack London (que, por cierto, también eran lectura de Lenin). Solà dice que Torres 'procuraba que su militancia faísta no trascendiese a la escuela', y que 'el idealismo de Torres Tribó deja entrever un cierto espiritualismo, un positivo sentimiento religioso, entre franciscano y tolstoiano, y profundamente antidogmático'."
Ahí están presentes algunos de los rasgos primordiales del hilo pedagógico libertario: alfabetización de niños y adultos, conciencia obrera, puritanismo moral, amor por los libros, coeducación, cultivo de una espiritualidad laica y antidogmatismo. Nuestra es la tarea de retomar ese hilo y actualizarlo en este duro siglo XXI.
(Cita extraída de Historia del anarquismo en España (1870-1980), del historiador Josep Termes. Barcelona, RBA, 2011; pp. 283-284)
Posteriormente destacó Josep Torres i Tribó, nacido en Aberca en 1889, y muerto en el campo de concentración de Mauthausen al 1940. Este era maestro, por la Escuela Normal de Lleida, un puritano, individualista y arisco, que no fumaba ni bebía. Abrió una escuela en el Ateneo Libertario de la Sagrera, donde tenía sesenta alumnos, hijos de obreros, de siete a catorce años. Coeducaba y despertaba el gusto por la lectura, entre otras con las novelas de aventuras de Jack London (que, por cierto, también eran lectura de Lenin). Solà dice que Torres 'procuraba que su militancia faísta no trascendiese a la escuela', y que 'el idealismo de Torres Tribó deja entrever un cierto espiritualismo, un positivo sentimiento religioso, entre franciscano y tolstoiano, y profundamente antidogmático'."
Ahí están presentes algunos de los rasgos primordiales del hilo pedagógico libertario: alfabetización de niños y adultos, conciencia obrera, puritanismo moral, amor por los libros, coeducación, cultivo de una espiritualidad laica y antidogmatismo. Nuestra es la tarea de retomar ese hilo y actualizarlo en este duro siglo XXI.
(Cita extraída de Historia del anarquismo en España (1870-1980), del historiador Josep Termes. Barcelona, RBA, 2011; pp. 283-284)
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