martes, 24 de noviembre de 2009

Hipatia, las conferencias dominicales y la confraternidad por la cultura

Ágora, la película de Alejandro Amenábar, ha provocado diferentes controversias entre los científicos e historiadores. A pesar de sus posibles licencias y errores, pienso que cuando una obra (película, libro...) tiene un gran éxito comercial y atrapa a muchísimos jóvenes hay que aprovechar el momento y trabajar con ese recurso en el aula y fuera de ella. En el caso de Ágora, se pueden tratar aspectos relacionados con la geografía y la historia antigua, las matemáticas y la astronomía, la educación visual y cinematográfica, el papel de las mujeres en la historia, el conflicto entre dogma y razón...

Por cierto, hace ya más de un siglo, Hipatia de Alejandría también estuvo presente entre los alumnos de la Escuela Moderna. Para favorecer la instrucción popular, la Escuela Moderna organizaba conferencias dominicales públicas a las que podían asistir no sólo los alumnos de la Escuela, sino también sus familiares y todos los trabajadores con ansias de aprender. Estas conferencias estuvieron respaldadas por los catedráticos de la Universidad de Barcelona Andrés Martínez Vargas y Odón de Buén. El objetivo era "crear en la Escuela Moderna una Universidad popular, en la que aquella ciencia que en el establecimiento del Estado se da, o mejor dicho, se vende a la juventud privilegiada, se diera gratuita al pueblo, como una especie de restitución, ya que todo ser humano tiene derecho a saber, y la ciencia no debe vincularse a una clase para ser producto de los observadores, sabios y trabajadores de todas las épocas y de todos los países". La inauguración de las conferencias fue el 15 de diciembre de 1901 y corrió a cargo del profesor Ernesto Vendrell que presentó a Hipatia "como mártir de las ideas generales de Ciencia y de Belleza, víctima de aquel fanatismo del obispo Cirilo". Estas conferencias dominicales tuvieron una gran popularidad y Ferrer recordará con un inmenso placer "aquella hora semanal dedicada a la confraternidad por la cultura". (Los entrecomillados son palabras del propio Ferrer Guardia en su memoria sobre La Escuela Moderna)

No hay comentarios:

Publicar un comentario