jueves, 21 de enero de 2010

Félix García Moriyón: educación y política

Félix García Moriyón es profesor de filosofía en un instituto de enseñanza secundaria de Madrid. Es también militante veterano de la CGT y ha publicado numerosos artículos y libros sobre temas educativos, enseñanza de la filosofía y también sobre el movimiento libertario español. Entre sus últimas publicaciones, mencionar el libro Sobre la bondad humana y un artículo aparecido en la revista Cuadernos de Pedagogía (nº396, diciembre, 2009) sobre la autoridad y la enseñanza, donde el autor nos pone en guardia frente a los discursos autoritarios y populistas que pretenden instalarse en los centros escolares.
En el siguiente vídeo, F. García Moriyón explica brevemente el contenido de una conferencia que dio en el marco de unas Jornadas libertarias celebradas en 2006, y en él comenta la importancia que para el anarquismo tiene la lucha en todos los aspectos de la vida y no sólo en los terrenos económico y político. Transcribo después unos párrafos de su libro Senderos de libertad, donde apunta la imbricación que existe para los anarquistas entre cambio social y cambio educativo, entre política y educación:



Los anarquistas "insistían con la misma energía en que tampoco se iba a conseguir un cambio social revolucionario si la acción transformadora se limitaba a tomar o abolir el estado y las instituciones económicas: Si para llegar a ser personas en el pleno sentido de sus posibilidades los seres humanos necesitamos vivir en una sociedad sin explotadores ni opresores y, por lo tanto, sin explotados ni oprimidos, para participar en una sociedad de este tipo hacen falta personas nuevas, no después de los momentos de transición revolucionaria, sino antes y durante los mismos. El cambio social no ocurre de la noche a la mañana, ni se produce por  tomar el Palacio de Invierno o declarar la colectivización de las tierras y las fábricas; es el resultado de un largo proceso pedagógico en el que, al hilo de las luchas y enfrentamientos con la burguesía y el estado, las personas han ido aprendiendo a ser libres y solidarias, a no delegar en nadie, a asumir su propia e irrenunciable participación en la gestión de los problemas que afectan a la comunidad. Por eso, si pretendemos formar personas capaces de decidir por sí mismas, capaces de sacudirse la opresión y no volver a caer en ella, hay que educarles desde pequeños, fomentar en ellas el sentido crítico y la autonomía personal, así como unos valores de solidaridad y libertad. La educación es una condición necesaria para lograr todo eso y desempeña un papel central; por eso hace falta cuidarla y volcarse en ella y por eso también los mismos centros escolares se convierten en espacios ineludibles de las luchas sociales. Un proyecto de revolución integral no puede llevarse adelante sin un cambio educativo igualmente radical. Un cambio educativo radical no puede salir adelante si no está vinculado a un proyecto revolucionario integral. La educación es una tarea política; la política es una actividad educativa".

1 comentario:

  1. El movimiento libertario ha entrado en la historia como uno de los grandes movimientos que lucharon siempre contra el poder y la opresión. Sus militantes han dejado no solo la vida sino ejemplos y valores que aún perduran hoy en lo que ha sido la construcción de las luchas sociales y de organismos que las llevaron adelante Felx García Moriyon ha sido y es un gran representante de esas ideas y va todo mi respeto, con el cual yo como simple ciudadano o intelectual de la política jamás podría cotejarme. Pero quiero agregar también que el movimiento libertario y anarquista no pudo consolidar experiencias que mostraran cómo se avanza en la sustitución del poder capitalista. No basta proclamar ideas correctas, símbolos humanos creibles e incluso programas de acción. Hay que hacer experiencias que demuestren de qué manera es posible hacer esos cambios. Y ahí el anarquismo mostró su lado débil. La URSS de Lenin, la China de Mao, la Cuba de Fidel y otros muy diversos entre sí, han sido experiencias que con sus errores y fracasos han mostrado un camino que hoy creo que lo siguen millones de seres humanos aunque todavía no esté claro un modelo, una única experiencia o un punto de referencia práctica para seguir. Habrá que ir construyendo y el movimiento libertario es parte de ello, pero todavía sin poder consolidar lo que siempre ha venido planteando por cierto muy respetable.

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