Piotr Kropotkin, una de las figuras más emblemáticas del movimiento anarquista, mantuvo contactos con Ferrer Guardia y colaboró con el periódico impulsado por éste, La Huelga General. El modelo de escuela de Ferrer se inspiraba también en algunos de los principios propuestos por Kropotkin, especialmente en la importancia que éste daba al apoyo mutuo como mecanismo de evolución social y de aprendizaje. Frente a la competitividad, la Escuela Moderna apostó por el aprendizaje solidario y cooperativo. En una carta que el príncipe anarquista ruso escribió a Francisco Ferrer, mostraba su inmensa alegría al conocer sus proyectos de escuelas racionalistas y sus propuestas pedagógicas libertarias. Como todos los anarquistas, Kropotkin consideraba que la educación era una cuestión central para comenzar a construir una nueva sociedad más justa y más libre. El impulso para desarrollar las nuevas escuelas debía venir de dos factores especialmente relevantes: “la influencia personal de los que enseñan” y “el modo de enseñar”. Kropotkin consideraba que el derroche de tiempo en las escuelas alcanzaba proporciones vergonzosas. Los estudiantes perdían demasiado tiempo en tareas y en contenidos absurdos e innecesarios. De la enseñanza de la historia, por ejemplo, comenta en la citada carta: "En todas partes la historia en la escuela es tiempo absolutamente perdido para aprender nombres, leyes inomprensibles para los niños, guerras, mentiras convencionales...". Frente a este modelo dominante, el saber que se aprendiera en las escuelas debía ser concreto, societario, integral y popular. Un saber apegado a los problemas de la vida real, construido de forma colectiva, combinando destrezas manuales e intelectuales y que fuera realmente un aprendizaje adquirido por toda la población. ¡Se acabaron los tiempos en que el saber estaba reservado para una minoría privilegiada!
Las propuestas de la Escuela Moderna y de Kropotkin resultan de rabiosa actualidad. Y afortunadamente hay colectivos que apuntan en esa línea: las escuelas libres y libertarias, los movimientos de renovación pedagógica y muchos maestros y profesores de la enseñanza pública. Uno de estos colectivos, la red IRES, ha publicado un manifiesto donde se critica el estado actual de la educación y donde se apunta que uno de los principales obstáculos para salir de esta situación de crisis es la vigencia del modelo tradicional de escuela y de los métodos pedagógicos asociados al mismo. En el citado manifiesto, se recogen algunas posiciones de clara raíz libertaria, como son la apuesta por un cambio de abajo-arriba, el desarrollo de una enseñanza integral y la conexión con los grandes problemas de nuestro tiempo. Se defiende que “la mejora de la escuela no es básicamente una cuestión de leyes, sino de cambio cultural, social y comunitario”, que la educación debe estar “centrada en los estudiantes y en su desarrollo integral (corporal, intelectual, social, práctico, emocional y ético)” y en la que se aprendan “contenidos básicos vinculados a problemáticas relevantes de nuestro mundo, buscando la calidad frente a la cantidad, la integración de materias frente a la separación”.
Las propuestas de la Escuela Moderna y de Kropotkin resultan de rabiosa actualidad. Y afortunadamente hay colectivos que apuntan en esa línea: las escuelas libres y libertarias, los movimientos de renovación pedagógica y muchos maestros y profesores de la enseñanza pública. Uno de estos colectivos, la red IRES, ha publicado un manifiesto donde se critica el estado actual de la educación y donde se apunta que uno de los principales obstáculos para salir de esta situación de crisis es la vigencia del modelo tradicional de escuela y de los métodos pedagógicos asociados al mismo. En el citado manifiesto, se recogen algunas posiciones de clara raíz libertaria, como son la apuesta por un cambio de abajo-arriba, el desarrollo de una enseñanza integral y la conexión con los grandes problemas de nuestro tiempo. Se defiende que “la mejora de la escuela no es básicamente una cuestión de leyes, sino de cambio cultural, social y comunitario”, que la educación debe estar “centrada en los estudiantes y en su desarrollo integral (corporal, intelectual, social, práctico, emocional y ético)” y en la que se aprendan “contenidos básicos vinculados a problemáticas relevantes de nuestro mundo, buscando la calidad frente a la cantidad, la integración de materias frente a la separación”.
Hola tengo un blog en el que comento como creo, algunas ideas ha comentar, que deberia ser una escuela.
ResponderEliminarMe gustaria que me comentarais vuestro punto de vista.
(a)nark
l.
ecuan.
f.
Ah el blog es algo malo pero se le puede hachar un vistazo si podeís
ResponderEliminarhttp://unasociedadanarquistaentretodos.blogspot.com/2009/08/la-escuela-natural.html
Gracias jpeiro, le echaré un vistazo.
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