jueves, 26 de diciembre de 2013

Paul Mattick (II): patriotismo, guerra y escuela

     Hace ya meses escribí un post sobre la guerra y la escuela al hilo de una clase en el instituto sobre la Primera Guerra Mundial. Vuelvo a ella porque leyendo La révolution fut une belle aventure, me encuentro con una anécdota que me saca una sonrisa. En ella se aprecia el ingenio de los más humildes para resistir y desobedecer a las propuestas insensatas de los que mandan.
     Paul Mattick tenía 10 años cuando estalló la Gran Guerra y su padre fue movilizado al frente de Bélgica como reservista. Sólo lo veían en casa una semana al año. Su madre tenía que trabajar muy duro para sacar adelante a la familia. Es entonces cuando el pequeño Paul, junto a otros amigos del barrio, comienza a robar frutas para sobrevivir a la pobreza reinante. En la escuela, se promueven colectas para ayudar a la Patria y los niños son enviados con sus huchas de puerta en puerta para recaudar monedas para la causa bélica. Pero muchos de estos niños no van a mostrar ningún interés en la guerra, tienen otras necesidades más importantes que cubrir:

     "Grâce à ces collectes, nous avons pu amasser un précieux butin que nous avons caché dans notre cave, pour essayer de le vendre. Et ça a marché! Pour nous, il n'était pas question de donner ce métal à la 'Patrie', mais plutôt d'en tirer profit. La moitié de la classe –sur environ 40 élèves– n'ayant aucunement la fibre patriotique, nous l'utilisions à des fins détournées pour récupérer quelques sous. C'est dire à quel point nous étions absolutment insensibles à l'entrain suscité par la guerre"

     A pesar de toda la maquinaria de propaganda puesta al servicio de la guerra, la resistencia –o, al menos, la indiferencia– era, pues, posible. Señala Mattick que el patriotismo dominante en la sociedad alemana de aquel tiempo no tenía apenas atractivo en el círuclo de niños berlineses con los que él se movía, tanto en la escuela como en el barrio: 

      "N'éprouvant aucune joie à l'idée de la guerre, soutenir une telle cause nous laissait indifférents. Comme je l'ai déjà dit, nous ne pensions qu'à nous-mêmes, aux copains et aux moyens de nous débrouiller pour subsister".


No hay comentarios:

Publicar un comentario